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Tips


Leer

Leer y releer la materia que debemos aprender es una de las formas de estudio más habituales. Hay personas que únicamente con leer repetidas veces los libros o los apuntes sobre la materia que se debe aprender, la van asimilando e interiorizando. Cabe decir que este tipo de estrategia crea una sensación de familiaridad con el contenido que se puede confundir con un aprendizaje realmente significativo. Por ello, es importante complementarla con otras técnicas de estudio que permitan demostrar lo que has entendido. 

Subrayar y hacer esquemas

Subrayar los conceptos clave ayuda a identificar las ideas principales a simple vista al releer el texto. Además, permite realizar conexiones entre los diferentes términos para crear un mapa conceptual a posteriori. Al realizar esquemas o resúmenes, se hace un ejercicio de síntesis que ayuda a extraer los puntos más importantes y asociarlos con otros contenidos más secundarios. No obstante, es conveniente que estos se hagan a partir de lo que recuerdas tratando de recuperar la información para conseguir fijar los conocimientos.

Escuchar

Hay personas que tienen mayor capacidad de comprensión oral. En estos casos su forma de estudiar suele ser grabar los textos o apuntes que deben aprender y escucharlos repetidamente hasta su asimilación. Después intenta explicar a alguien lo que acabas de aprender, de esta forma te asegurarás que lo has aprendido.

Memorizar

La memorización es una de las formas de estudio que todos en algún momento debemos emplear, porque siempre hay datos o conceptos que tenemos que recordar como son. Aprender a memorizar puede parecer complicado, pero existen diferentes métodos, como las reglas mnemotécnicas, que te pueden ayudar en esta tarea. Recuerda que para que sea más sencillo recordar, debes relacionar aquello que quieres aprender con algo que ya sepas, es decir, vincular nuevos conocimientos con otros que ya tenías. 

Asociación de imágenes

Para las personas que son más visuales, la adquisición de nuevos contenidos puede realizarse con la ayuda de imágenes, de colores o de figuras. En estos casos se suelen utilizar marcadores de diferente colorido para subrayar textos o se introducen imágenes que actúan como un interruptor que despierta la asociación de conceptos y contenidos para afianzarlos en la memoria. 

Responder preguntas

Otra de las formas de estudiar que puede ayudar a tener buenos resultados. Consiste en repasar la materia de estudio respondiendo reactivos del tema en cuestión. Es una manera muy eficaz de comprobar si la materia se está entendiendo y asimilando correctamente.

Práctica de ejercicios y exámenes

Muy parecido al anterior es el método de estudio a través de la realización de ejercicios, test y modelos de exámenes. De esta manera se comprueba si se conoce la materia y se identifican los puntos o aspectos en los que hay que seguir trabajando.

Dormir bien

Es fundamental descansar adecuadamente cada noche para aumentar la concentración y el rendimiento durante las horas de estudio. Por ello, el sueño ha de ser reparador, es decir, que por la mañana nos encontremos frescos, despiertos y relajados. No obstante, durante el curso estaremos expuestos a situaciones de estrés, por lo que, en este caso, habrá que recurrir a infusiones o hacer uso de la valeriana, para contribuir a la conciliación del sueño tan importante en cualquier etapa de la vida. Asimismo, no es recomendable estudiar de madrugada, ya que, durante esas horas, se reduce considerablemente nuestra capacidad para memorizar y recordar lo aprendido.

Hacer pausas entre las horas de estudio

Es imposible mantener la concentración en el estudio durante más de una hora. Por eso es vital que se hagan descansos periódicos, en los que podemos aprovechar, por ejemplo, para salir a dar un paseo que nos ayude a desconectar.

Evitar elementos que te distraigan

Los dispositivos electrónicos son un elemento más en nuestro día a día, pero para estudiar tenemos que dejarlos de lado para evitar distracciones. Ya tendremos tiempo de contestar a WhatsApp, ver la televisión o jugar a ese juego que nos ha enganchado. Además, es vital garantizar la temperatura óptima en el espacio de estudio, ni frío, ni calor. Tenemos que estar con una temperatura agradable para centrarnos al cien por cien en lo que estamos haciendo, estudiar. Y, como no, hay que estudiar sentados en una silla cómoda.

No mezclar asignaturas

Hay que enfocar nuestra concentración a una materia concreta durante cada hora de estudio. No pretendas estudiar todas a la vez en un breve espacio de tiempo. Organiza el estudio con un plan de trabajo por materias y sube paulatinamente cada peldaño de conocimientos adquiridos.

Entrenar la mente

Es la gran clave para concentrarse y memorizar mejor. Nuestras capacidades cognitivas están ahí y debemos entrenarlas para que nuestra mente sea ágil y esté activa. Para mejorar la capacidad mental existen juegos como el famoso Sudoku que nos ayudan a aumentar la agilidad mental, a entrenar la mente.

No hay que dejar todo para el final

Muchos estudiantes cometen el gran error de dejar el estudio para el día antes del examen. Craso error tanto para la retención de conocimientos, como para superar con éxito cada prueba. Es aconsejable eliminar esta práctica. Es mejor dividir el estudio y las materias en días o semanas. La planificación es, sin duda, nuestro mejor aliado para el rendimiento académico.

Controlar los pensamientos y auto motivarse

Es primordial que nos convenzamos de que depende de nosotros conseguir esa motivación extra para afrontar las horas de estudio. Ante la pérdida de concentración, hay que decirse a uno mismo: “Tú puedes”, “vuelve a estudiar”, “venga, que lo consigues”, etcétera.

Practicar ejercicios

Hacer ejercicio es vital en la vida para mantenerse en forma y, como no, para mejorar nuestro rendimiento académico, ya que con su práctica también entrenamos nuestra mente. Así que, aprovecha cada día y practica el deporte que más te guste.

Potencia la memoria fotográfica con colores en los textos

Subrayar las frases o palabras clave de los textos ayuda a memorizar mejor. Es importante subrayar con distintos colores para que nuestro cerebro asocie los conocimientos a unos colores específicos. Los rotuladores fluorescentes son claves para tal fin.

El poder que encierran los videojuegos de acción

Según un estudio de la Universidad de Rochester, en Nueva York, quienes juegan a videojuegos de acción tienen mayor atención selectiva visual y son capaces de responder a más estímulos. Interesante, ¿verdad?

Empieza lo mas pronto posible y planea tus sesiones de estudio

Mientras más rápido empieces a prepararte para un examen, más tiempo vas a tener para cubrir todo el contenido y buscar la manera de resolver las dudas que se te generen. De la misma manera, es importante programar tus sesiones de estudio y comprometerse con ese horario. Encuentra un horario en el que normalmente te sientas más despierto y asegúrate de que no entre en conflicto con tu práctica de fútbol o el horario de tu programa favorito para que puedas dedicar toda tu atención al estudio.

Estudia en un lugar apropiado

No comerías en el baño ni bailarías en medio de una autopista, ¿verdad? De igual manera, prepararse para un examen requiere que encuentres un lugar apropiado sin distracciones, donde puedas concentrarte. Por lo tanto, cuando sea posible, evita estudiar en habitaciones donde otros miembros de tu familia estén viendo televisión, jugando, o conversando. (¡Y definitivamente no estudies en la cama!)

Crea un plan de estudio y comprometerte a cumplirlo

Evita saltar de un tema a otro de manera desorganizada. Esa técnica solo te dejará confundido y abrumado. En su lugar, enumera los temas que debes estudiar y crea un plan de estudio que detalle cuándo y cómo vas a estudiarlos. Al hacer esto, sabrás lo que has estudiado, lo que te falta y las preguntas que debes hacerle a tu profesor o monitor.

Prueba diferentes técnicas de estudio

Si sentarte a leer conceptos te hace bostezar y te desconcentras con cualquier cosa, intenta leer los temas en voz alta mientras caminas por la habitación como si se estuvieras contando una historia. Cuando termines de leer, vuelve a sentarse y has un resumen de lo que acabas de aprender. Otros métodos que puedes probar incluyen: crear mapas mentales, describir lo que estás estudiando con tus propias palabras, grabarte leyendo y escuchar activamente, usar fichas bibliográficas, crear un código mnemotécnico, adivinanzas y trucos mentales similares. Hay infinitas posibilidades. Tómate el tiempo necesario para encontrar el método que mejor se adapte a tus necesidades y tu estilo de aprendizaje.

Usa la tecnología

No te estamos diciendo que entres a tus redes sociales y les cuentes a tus seguidores lo que has leído cada cinco minutos. Estamos diciendo que hay muchas aplicaciones y sitios web gratuitos que pueden ayudarte a estudiar diferentes conceptos de una manera divertida. Intenta resolver cuestionarios en línea con Quizlet o Kahoot !, mira una charla de Ted, visita The LAB y practica con cursos relacionados con lo que está estudiando, o visita sitios web como NewsELA o BrainPop para explorar artículos sobre el tema de tu examen. De verdad, una vez que comiences a navegar a través de los muchos sitios web y aplicaciones educativos divertidos que existen, te vas a empezar a preguntar Facequé?

Toma pausas activas

Las pausas activas son tan importantes como sentarte y concentrarte en el tema. Levántate de tu escritorio, sal a caminar, toma una siesta de 20 minutos, toma mucha agua, habla con un amigo y haz todo lo que pueda para recargar energías para poder volver a estudiar con una nueva perspectiva y un cerebro descansado. Llenarte de información durante horas puede ser contraproducente y dejarte confundido y abrumado. Sin embargo, incluir pausas activas en tu horario de estudio asegurará que aproveches al máximo el tiempo, recuerdes más cosas, y entiendas los conceptos.

Forma un grupo de estudio

Estudiar con otras personas tiene muchas ventajas, ya que todos tienen diferentes habilidades y pueden aprender unos de otros. Además, seguir los sencillos consejos que aquí se presentan pueden ayudarte a lograr la dinámica perfecta para que tu grupo de estudio sea un éxito y todos los miembros logren los mejores resultados posibles

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